Origen

La vegetación de la península de Baja California está conformada por una mezcla de elementos florísticos derivados de las geofloras del Terciario, que se denominan: Arcto-Terciario, Neotropical-Terciario y Madro-Terciario. Las características de estas geofloras son:

Arcto-Terciario: Plantas decíduas de la región templada del Norte de Norteamérica.

Neotropical-Terciario: Plantas de hojas anchas distribuidas en la parte Sur de Norteamérica.

Madro-Terciario: Plantas esclerófilas y micrófilas distribuidas entre las dos geofloras anteriores, en el área de las Montañas Rocallosas del Sur de Norteamérica, y en la Sierra Madre Occidental de México. Esta geoflora ocupó gran parte del Suroeste de los Estados Unidos de América y el Noroeste de México, ampliando su distribución a medida que las condiciones climáticas semiáridas fueron estableciéndose, y a finales del Mioceno, la flora Madro-Terciaria invadió la península de Baja California con elementos de matorral subtropical árido, parches de bosque tropical en las partes bajas, y bosque de coníferas en las partes altas.

Regiones Florísticas

El Estado de Baja California comprende dos regiones fitogeográficas: la Región Californiana o también llamada Mediterránea, y la Región del Desierto Central o Desierto Sonorense. Las comunidades vegetales en que se divide la primera son cinco, mientras que la segunda se divide en cuatro, tres de las cuales se encuentran en la entidad.

REGION CALIFORNIANA O MEDITERRANEA. Ocupa la porción Noroeste del Estado, desde el límite Internacional con los Estados Unidos de América hasta la altura de El Rosario, Baja California, y de la costa del Pacífico a las sierras de Juárez y San Pedro Mártir, además de Isla Guadalupe. Presenta un clima tipo mediterráneo, con inviernos templados y moderadamente húmedos, alternados con veranos secos y cálidos. La niebla constituye un factor climático importante para el desarrollo biológico de los organismos de la región, la primavera es la época de floración y crecimiento de especies anuales, aunque es posible encontrar varias de ellas durante los meses fríos y húmedos. Esta región florística cuenta con aproximadamente 795 géneros y 4,452 especies de plantas vasculares nativas, las comunidades vegetales presentes en esta región son: marismas, dunas, matorral costero, chaparral y bosque de coníferas.

Marismas. La vegetación de marismas se encuentra a lo largo de las costas de Baja California en las zonas de inundación de los esteros, estuarios y lagunas costeras. Se caracteriza por plantas no muy altas y a menudo suculentas, las especies presentes están adaptadas a los cambios de salinidad del suelo. En las marismas de esta región se diferencian varias zonas:

Marisma Baja. Representada por dos asociaciones de especies perennes: Spartinetum foliosae y Sarcocornietum pacificae.

Marisma Media. Se extiende entre 70 cm y 90 cm por arriba del nivel medio del mar, y está dominada por Salicornia pacifica en su forma erecta, a diferencia de la anterior en que prevalece la forma rastrera. En esta zona se incrementa la diversidad florística.

Marisma Alta. Comprende la zona entre 90 cm y 100 cm, y corresponde a un área generalmente seca, con inundaciones ocasionales. La excesiva salinidad del suelo sólo permite la existencia de especies como: Distichlis spicata, Monanthchloe littoralis, Cressa truxillensis y Arthrocnemum subterminale. Se extiende varios metros hacia el interior del continente, dependiendo de la profundidad del agua salada subterránea, permitiendo la existencia de las especies antes mencionadas.

Dunas. Se distribuyen a lo largo de las costas del Pacífico y del Golfo de California, desde la línea fronteriza hasta el paralelo 28°, por su extensión sobresalen las dunas de Los Médanos, El Ciprés, La Joya, San Quintín, El Rosario, Rosarito y Desierto de Vizcaíno. La vegetación en dunas se caracteriza por lo singular de sus comunidades y el alto grado de endemismo, las plantas son pequeñas y suculentas. Las especies Ambronia marítima y Carpobrotus aequilaterus son consideradas especies clave, ya que juegan un papel importante como pioneras y fijadoras de arena, además, el componente florístico de esta comunidad se enriquece con especies de marisma y matorral costero como son Simmondsia chinensis, Euphorbia misera, Aesculus parryi, Ambrosia chenopodifolia y Asclepias sp.. Las dunas costeras representan un sistema de protección de la línea de costa, pues disipan y amortiguan los efectos producidos por la fuerza del oleaje, y funcionan como reserva de arena en playas erosionadas, además de considerarse como ecosistemas frágiles.

Son comunidades con una alta heterogeneidad espacial, en términos de la gran diversidad de microambientes presentes, con factores físicos que varían drásticamente, además, en un sistema de dunas hay grandes diferencias, en términos del grado de estabilización, dadas por la cobertura vegetal, donde se observa un gradiente de menor a mayor grado de estabilización de la playa hacia tierra adentro. En las partes estabilizadas de los sistemas de dunas, que se encuentran en las zonas más alejadas al mar, existen pastizales de suelos arenosos.

Matorral Costero.

Este tipo de vegetación se presenta en forma discontinua a lo largo del litoral Pacífico, desde la línea internacional hasta El Rosario, y se considera como una transición entre la vegetación desértica y el chaparral. De esta manera, el matorral costero en el Estado ocurre en terrenos cercanos y en línea de costa.

Sin embargo, esta distribución no es uniforme, ya que en algunas ocasiones este tipo de vegetación llega a penetrar hasta 30 km tierra adentro, ocupando grandes extensiones, principalmente en laderas cercanas a la sierra San Pedro Mártir, a una altitud de 500 metros.

Las plantas del matorral costero son de poca altura y oscilan entre los 0.5 m y los 2.0 m, donde dominan las especies arbustivas y decíduas, las cuales establecen comunidades abiertas representadas por las familias Asteraceae, Lamiaceae y Polygonaceae.

En el Estado de Baja California, el matorral costero presenta tres tipos de asociaciones: la Diegana, la Vizcainiana y la Martiriana.

La zona Diegana dominan las suculentas, como el Agave shawii, que en Estados Unidos de América está declarada como en peligro de extinción, lo que realza la importancia de su conservación; la zona Martiriana corresponde a un matorral costero de Rosa minutifolia, Dudleya lanceolata y Mesembryanthenum crystallinum entre otras especies; en la zona Vizcainiana, el matorral costero está dominado por especies características del desierto central, como Machaerocereus gumosus y Cephalocereus sp. y se considera como un área de transición entre el matorral costero xerófito y el matorral costero suculento.

Chaparral. El chaparral está caracterizado por arbustos siempre verdes, esclerófilos de raíces profundas, hojas pequeñas y duras que soportan períodos de sequía extrema con especies características como: Adenostoma fasciculatum (chamizo vara prieta) Adenostoma sparsifolium (chamizo colorado), Rhus integrifolia (lentisco), Artemisia tridentata.

De acuerdo a sus características y especies comunes, el chaparral puede ser dividido en tres tipos: Costero, Intermedio y de Altitud.

Chaparral costero. Se encuentra asociado al matorral costero, y se presenta por lo general en cañones y cañadas en la línea de costa.

Chaparral intermedio. Se distribuye hacia la parte continental, y toma el nombre de la especie característica, la cual puede ser chamizo, manzanita y/o encino arbustivo.

Chaparral de altitud. Esta presente a elevaciones mayores a los 800 m, en lo que corresponde a la zona límite con el bosque de coníferas.

Bosque de Coníferas. Esta vegetación se localiza principalmente en las altas montañas de clima frío-templado de la península, y su mayor ocurrencia es en el extremo Norte, ocupando los dos principales macizos montañosos del Estado, las sierras de Juárez y San Pedro Mártir, además se localizan algunos parches en las sierras de Santa Isabel, Yubay, San Borja, Sierra Blanca, Isla de Cedros y Guadalupe y Ejido Eréndira.

La Sierra de Juárez es la zona boscosa más extensa de la entidad, con una superficie forestal de 342,113 ha, donde el 94.3 por ciento corresponde a especies de pinos, y el 5.7 por ciento a encinos, mientras que la sierra de San Pedro Mártir cuenta con una superficie forestal de 149,660 ha.

La vegetación del bosque de coníferas puede a su vez clasificarse de acuerdo a su componente florístico de la siguiente manera: Bosque de Pino, de Juniperus y de Cupressus.

Bosque de Pino. El bosque de Pino tiene tres variantes: de Montaña, Costero e Insular.

  • Bosque de Montaña. Se distribuye entre los 1,200 y 2,800 msnm, principalmente en las Sierras de Juárez y San Pedro Mártir. La especie dominante de los bosques de montaña es Pinus jeffreyi, Pinus monophylla y Pinus quadrifolia, ocupan áreas considerables en la zona de La Rumorosa, Suroeste de Sierra Juárez, Sierra de Calamajué y Sierra de San Borja, y Pinus coulteri especie muy importante desde el punto de vista ecológico, presentándose en extensiones reducidas en Sierra Blanca, Cerro Hanson y Sierra San Pedro Mártir.
  • Bosque Costero. Se localiza en la costa Noroccidental del Estado, a 500 msnm, en localidades como el Cañón del Arce, Cañón de Doña Petra, San Vicente y Ejido Eréndira. Entre los bosques de pino costero, considerados como comunidades proclimax o relictas se pueden encontrar especies como: P. attenuata y P. Muricata.
  • Bosque Insular. Localizado en Isla de Cedros y Guadalupe. En los bosques de pino insular, la especie dominante es P. radiata, que se encuentra en pequeñas poblaciones relictas con bajos porcentajes de regeneración natural.

Bosque de Juniperus. Este género, junto con el Cupressus, pocas veces se incluye en la descripción de los componentes de los bosques de Baja California, juega un papel muy importante del punto de vista florístico y ecológico, Juniperus californica es la única especie representante, distribuyéndose en La Rumorosa, Ejido Héroes de la Independencia, Valle de Ojos Negros, Sierra de Juárez y San Pedro Mártir, Isla de Cedros y en la Isla de Guadalupe.

Bosque de Cupressus. Es considerado como relicto y se restringe a zonas geográficas con características ecológicas muy específicas, como son las condiciones costeras; Cupressus arizonica var. stephensonii, C. montana, endémico de San Pedro Mártir y C. guadalupensis var. forbersii, son las especies características de esta vegetación, Calocedrus decurrens es otra especie componente que se distribuye únicamente en la Sierra de San Pedro Mártir.

Región del Desierto Noroeste

Alrededor del 70 por ciento de la península de Baja California forma parte del Desierto Sonorense, esta región se divide en cuatro comunidades vegetales, de las cuales sólo tres se presentan en la entidad.

Parte Baja del Valle del Río Colorado o Desierto Micrófilo. Se extiende, al Este, desde las sierras de Juárez y San Pedro Mártir, por abajo de los 1000 msnm, hasta el Sur de Bahía de Los Angeles, en los municipios de Mexicali y Ensenada. Es una de las regiones más áridas, por su escasa precipitación, baja humedad del suelo y un alto porcentaje de días soleados.

La vegetación se distingue por la simplicidad de su composición, sobre todo en las planicies arenosas, que representan un alto porcentaje del área; sin embargo, en las partes altas de las bajadas, colinas y montañas, existe una rica vegetación. En particular, la zona del Delta del Río Colorado presenta humedad abundante y propicia la aparición de vastas comunidades vegetales, que contrastan con la vegetación desértica circundante. Las dosespecies dominantes del Desierto Micrófilo son: Larrea tridentata y Franseria dumosa, ambas especies de arbustos. Asimismo, se encuentran algunos otros géneros de cactáceas, como Opuntia cineracea y de especies xerorriparias como Chilopsis linearis y Dalea spinosa.

 

Costa Central del Golfo o Desierto Sarcocaule. La vegetación de esta zona es muy diferente a la del interior de la península, el Desierto Sarcocaule se extiende como una franja delgada, a la altura de Isla Angel de La Guarda hasta San José del Cabo, B.C.S. y presenta una diferencia florística muy marcada con la vegetación del Desierto Micrófilo. La precipitación es escasa y errática, con altas temperaturas en verano, que se vuelven más benignas con los vientos de la costa. Las especies representativas de esta comunidad son: Cercidium microphyllum, Bursera hindsiana, Jatropha cinerea, Pachycereus pringlei y especies de Opuntia y Ferocactus.

Comunidad Vegetal del Desierto de Vizcaíno o Desierto Sarcófilo. Se extiende desde Punta Pequeña, en las inmediaciones de El Rosario hasta el paralelo 28º. La parte central de la costa del Pacífico en la península de Baja California, presenta condiciones y comunidades vegetales muy características, con una ligera estación de lluvia en invierno, lo que constituye una característica más propia de la región Norte que de la Sur, además, las lluvias son escasas en el interior de la zona. Las tormentas de verano se presentan sobre las montañas y colinas a lo largo del extremo Este del área, pero son muy erráticas. La costa posee la vegetación más pobre y no existen peculiaridades en su flora, a no ser por el hecho de que los arbustos, cactáceas y rocas están cubiertos casi completamente con la epífita Tillsandia recurvata, la cual es muy abundante en esta zona.

Entre las especies más sobresalientes, se encuentran varias de los géneros Agave y Dudleya, éstas últimas más abundantes que las primeras. Franseria chenopodifolia es el arbusto perenne más abundante; por este componente florístico, el Desierto de Vizcaíno puede denominarse como Desierto de Agave-Franseria. Otros componentes importantes son: Yucca valida, que crece abundantemente en las áreas de suelos profundos; Idria columnaris (cirio), cuya distribución coincide estrechamente con el área de la región, y Pachycormus discolor (árbol elefante) que se presenta casi exclusivamente en esta zona. La presencia de estas especies le confieren singularidad a la vegetación del Vizcaíno.

Endemismos

En términos generales se considera que la península de Baja California presenta un alto grado de endemismos, debido principalmente a la historia geológica y, muy específicamente, al reciente período de separación del resto del continente, lo que no ha permitido que ocurra un cambio drástico en la constitución genética de las especies dentro de su proceso evolutivo. Por lo general, los endemismos se constituyen de poblaciones muy pequeñas, como es el caso de la mayoría de los endemismos presentes en la península de Baja California, por lo que estas poblaciones son más vulnerables a los disturbios.

De acuerdo a los inventarios florísticos, la península de Baja California tiene una flora consistente en 884 géneros y 2,958 especies, de los cuales 22 géneros y 700 especies son endémicos. De los 21 géneros endémicos de la región Sonorense, ocho están restringidos a Baja California, según estimaciones actuales, estas cifras podrían verse modificadas, agregándose un número aproximado de 800 especies.

La región Californiana presenta un alto porcentaje de endemismos, debido a la presencia de altas cadenas montañosas como es el caso de la Sierra de Juárez y de San Pedro Mártir, tan solo en esta última existen 19 especies de plantas endémicas. Las islas representan centros importantes de endemismos locales, como el caso de Isla de Cedros y la Isla Guadalupe, en donde se pueden encontrar entre 15 y 26 endemismos respectivamente. En cuanto a las especies endémicas que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción, no existe una estimación cuantitativa y sólo se conocen aproximaciones a través de las colectas de ejemplares realizadas por las instituciones regionales y de Estados Unidos de América.

Aprovechamiento

Usos tradicionales.

Los usos tradicionales de la vegetación en Baja California son poco conocidos, sin embargo, el conocimiento de los grupos indígenas, a través de las tradiciones orales por generaciones, con relación a las propiedades curativas, alimenticias y textiles de las plantas de la región, así como los resultados de investigaciones realizadas en la entidad, han contribuido a identificar el uso de estas especies.

Usos Potenciales. De un total de 450 especies catalogadas como de importancia económica a nivel nacional, 211 se encuentran en Baja California, de las cuales el 47 por ciento son comestibles, el 29 por ciento son medicinales, el 10 son forrajeras, el 10 son industriales y el 4 por ciento sirven para otros usos.

Las especies con potencial de explotación se dividen en dos categorías: especies maderables y especies no maderables. Dentro de las primeras se incluyen el pino, el encino y la manzanita, que se utilizan como combustibles. Dentro de las especies no maderables se encuentran la jojoba y la palmilla, entre otras.

Areas Naturales Protegidas.

a. Definición.

“ .... Las zonas del territorio nacional y aquellas sobre las que la nación ejerce soberanía y jurisdicción, en las que los ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano, o que requieren ser preservadas y restauradas, quedarán sujetas al régimen previsto en esta Ley y los demás ordenamientos aplicables ....”, Artículo 44 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, Diario Oficial de la Federación, 13 de Diciembre de 1996.

El objeto principal del establecimiento de las áreas naturales protegidas según dicha Ley es:

  • Preservar los ambientes naturales representativos de las diferentes regiones biogeográficas y ecológicas de los ecosistemas más frágiles, para asegurar el equilibrio y la continuidad de los procesos evolutivos.
  • Salvaguardar la diversidad genética de las especies silvestres de las que depende la continuidad evolutiva, así como asegurar la preservación y el aprovechamiento sustentable de la biodiversidad del territorio nacional, en particular preservar las especies que están en peligro de extinción, las amenazadas, las endémicas, las raras y las que se encuentran sujetas a protección especial.
  • Asegurar el aprovechamiento sustentable de los ecosistemas y sus elementos.
  • Proporcionar un campo propicio para la investigación científica y el estudio de los ecosistemas y su equilibrio.
  • Generar, rescatar y divulgar conocimientos, prácticas y tecnologías, tradicionales o nuevas que permitan la preservación y el aprovechamiento sustentable de la biodiversidad del territorio nacional.
  • Proteger poblados, vías de comunicación, instalaciones industriales y aprovechamientos agrícolas, mediante zonas forestales den montañas donde se originen torrentes; el ciclo hidrológico de cuencas, así como las demás que tiendan a la protección de elementos circundantes con los que se relacione ecológicamente el área y
  • Proteger los entornos naturales de zonas, monumentos y vestigios arqueológicos, históricos y artísticos, así como zonas turísticas, y otras áreas de importancia para la recreación, la cultura e identidad nacionales y de los pueblos indígenas.

b. Tipos y características de las Areas Naturales Protegidas.

Competencia federal. De acuerdo a la legislación federal en México se consideran áreas naturales protegidas las siguientes: Reservas de la Biosfera; Parques Nacionales; Monumentos Naturales; Areas de Protección de Recursos Naturales; Areas de Protección de Flora y Fauna; Santuarios; Parques y Reservas Estatales; Zonas de Preservación Ecológica de los Centros de Población.

Reservas de la biosfera. Están constituidos por áreas biogeográficas relevantes a nivel nacional, representativas de uno o más ecosistemas no alterados significativamente por la acción del ser humano o que requieran de ser preservados y restaurados, en los cuales habiten especies representativas de la biodiversidad nacional, incluyendo a las consideradas endémicas, amenazadas o en peligro de extinción. En tales reservas podrá determinarse la existencia de la superficie o superficies mejor conservadas, o no alteradas que alojen ecosistemas, o fenómenos naturales de especial importancia o especies de flora y fauna que requieran protección especial y serán conceptuadas como zonas núcleo.

Parques nacionales. Están constituidos por áreas representativas biogeográficamente a nivel nacional, con uno o más ecosistemas que signifiquen por su belleza escénica, su valor científico, educativo, de recreo, su valor histórico, por la existencia de flora y fauna, por su aptitud para el desarrollo del turismo, o bien por otras razones análogas de interés general. En los parques nacionales sólo podrá permitirse la realización de actividades relacionadas con la protección de sus recursos naturales, el incremento de su flora y fauna, y en general, con la preservación de los ecosistemas y de sus elementos, así como la investigación, recreación, turismo y educación ecológica.

Monumentos naturales. Están constituidos por áreas que contengan uno o varios elementos naturales, consistentes en lugares u objetos naturales, que por su carácter único o excepcional, interés estético, valor histórico o científico, se resuelva incorporar a un régimen de protección absoluta. Tales monumentos no tienen la variedad de ecosistemas ni la superficie necesaria para ser incluidos en otras categorías de manejo, y únicamente podrá permitirse la realización de actividades relacionadas con su preservación, investigación científica, recreación y educación.

Areas de protección de recursos naturales. Son aquellas áreas destinadas a la preservación y protección del suelo, las cuencas hidrológicas, las aguas y en general los recursos naturales localizados en terrenos forestales de aptitud preferentemente forestal, siempre que dicha áreas no queden comprendidas en otra de las categorías previstas en esta Ley. Se consideran dentro de esta categoría las reservas y zonas federales, las zonas de protección de ríos, lagos, lagunas, manantiales y demás cuerpos considerados aguas nacionales, particularmente cuando éstos se destinen al abastecimiento de agua para el servicio de las poblaciones. En estas áreas sólo se podrán realizarse actividades relacionadas con la preservación, protección y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, así como la investigación, recreación, turismo y educación ecológica, de conformidad con el decreto que las establezca, el programa de manejo respectivo y las demás disposiciones jurídicas aplicables.

Areas de protección de flora y fauna. Son las constituidas de conformidad con las disposiciones de esta Ley, de las Leyes Federal de Caza, de Pesca y de las demás aplicables, en los lugares que contienen los hábitats de cuyo equilibrio y preservación dependen la existencia, transformación y desarrollo de las especies de flora y fauna silvestres. Podrán permitirse las actividades relativas a preservación, repoblación, propagación, aclimatación, refugio, investigación y aprovechamiento sustentable de las especies de flora y fauna silvestre y las relativas a educación y difusión en la materia.

Santuarios. Constituidos por áreas establecidas en zonas caracterizadas por una considerable riqueza de flora y fauna, o por la presencia de especies, subespecies o hábitat de distribución restringida, y abarcarán cañadas, vegas, relictos, grutas, cavernas, cenotes, caletas u otras unidades topográficas o geográficas que requieran ser preservadas o protegidas. Podrán permitirse actividades de investigación, recreación, y educación ambiental, compatibles con la naturaleza y características del área.

Parques y Reservas Estatales. Las autoridades de los Estados podrán promover ante el Gobierno Federal el reconocimiento de las áreas naturales protegidas que conforme a su legislación establezcan.